Actualidad de San Felipe Neri



FIESTA DE SAN FELIPE NERI

26 de Mayo de 2014
Sabiduría 7: 7-14;  Lamentaciones 1: 13;
Salmo 38: 4;  San Lucas 12: 35-40



Su pecho ardìa de amor al Señor
Muy queridos hermanos en Cristo Jesús:

Hay algo que hay que reconocer en este momento: el hecho de llegar a un año más de vida nos permite ponernos ante Dios. Nos permite ponernos ante Dios con tres actitudes, no las únicas pero creo que en este momento deben tener importancia en nuestra vida. Una primera actitud de agradecimiento a Dios porque ciertamente el Don de la vida es uno de los dones más grandes que Dios le da a todo ser humano sin diferencia de ninguna clase. ¡Tenemos que agradecer al Señor!... y sería muy ingrato el ser humano que en un día de cumpleaños no le dé gracias a Dios, públicamente, es un soberbio quien no da gracias, yo creo que es parte de la verdad, y es parte de la sinceridad, es parte de la humildad, es parte de la valentía, el saber ser agradecido muy especialmente con Dios nuestro Señor, ÉL es el dador de la vida. Y por eso les pido a ustedes también que me ayuden en esa oración de agradecimiento a Dios.

Un segundo aspecto hay que pedir perdón porque a lo largo de tantos años, ¡que se me han pasado casi que volando! tengo que reconocer como ser humano he podido cometer errores y tengo que pedir perdón a Dios Nuestro Señor, y perdón también aquellos a quienes haya podido molestar y ofender!,  por eso también me ayudan ustedes a pedirle perdón a Dios.

Y un tercer aspecto, también sumamente importante, que tiene que ver no solamente con el presente sino también con el futuro y no sólo con el futuro temporal sino también con el futuro eterno:  y es que si Dios nos da la vida y si Dios me ha dado a mí la vida es porque Dios quiere una misión, Dios quiere que yo cumpla una misión, Dios quiere que cada uno en su vida cumpla una misión, y por tanto tenemos que vivir un auténtico compromiso.  Compromiso de correspondencia, compromiso de amor, compromiso de fidelidad para con ese Dios que tanto nos ama y que nos ha comunicado ese amor infinito única, total, exclusivamente en Cristo Jesús.

Por tanto una oración que ya no solamente vea el pasado, sino que es una oración que tiene que ver al presente y al futuro; oración que no es de petición sino que es una oración que a imitación de la oración que hace la Santísima Virgen María es una oración de ¡Fiat!  ¡Hágase! ¡cúmplase tu Palabra, Señor!  ¡cúmplase tu voluntad!...  sea cual sea; no mis deseos, no mis planes, sino aquellos del Señor, como también lo decíamos precisamente el día de ayer en la misa dominical:  apertura total a la Voluntad de Dios al igual que María Santísima, en compañía de María Santísima!  ¡Fiat mihi  Voluntas Tua!. Y por tanto igual que María, igual que San José, igual que San Pablo, igual que el Santo que hoy celebramos, San Felipe Neri, no solamente es apertura sino que es entrega y por tanto, a cumplir, a realizar aquello que Dios le encomienda a uno. 

Por supuesto queridos hermanos esto último nos lleva también a analizar un poco la vida de San Felipe Neri, el Santo que hoy se celebra.  Normalmente en las historias que hemos podido encontrar en libros e incluso en internet sobre San Felipe Neri la presentan de una forma un poco distorsionada, no presentan lo más profundo, no presentan lo más fuerte de la vida de San Felipe Neri.  ¿Quien fue San Felipe Neri? y además de ¿Quien fue?, tenemos que ver también otro aspecto importante ¿En qué tiempo vivió San Felipe Neri?   

Hermanos, en primer lugar San Felipe Neri fue un sacerdote de profunda vida de unión con Cristo y de una profunda vida de oración que lo llevó a muchas experiencias, incluso del orden místico, no las voy a mencionar todas ahora porque sería alargarnos demasiado pero entre esas experiencias místicas la historia verdadera de San Felipe Neri cuenta que él entre otras cosas para celebrar la Santa Misa, que es el momento místico que todo cristiano debiera vivir.  Tengamos en cuenta que la Santa Misa no es una reunión social, tengamos en cuenta que la Santa Misa no es una reunión de amigos ni de familia, sino que es la verdadera experiencia mística del Sacrificio Perpetuo de Cristo Nuestro Señor. Y para esa experiencia mística Felipe Neri con frecuencia consumía por así decirlo, no quiero utilizar el verbo que utilizan mucho hoy día sino que “¡consumía!”, “¡invertía!” el poco tiempo de seis horas… y hoy los católicos ¡se quejan cuando la misa dura una hora!, ¡Felipe Neri tardaba seis horas en celebrar la Santa Misa…! ¿Por qué?  Porque tenia una experiencia tan fuerte y tan profunda  no sólo de la Presencia sino también del Sacrificio de Cristo, de entrega de Cristo y ahí se quedaba;  ¡y hoy nos asustamos de invertir en la Misa una hora, hora y cuarto, hora y media! ¡Ah! pero si en la Misa meten montón de cosas que no debieran meterse, ¡ahí si pueden durar todo lo que quieran!   

Queridos hermanos, Felipe Neri tuvo esa experiencia mística, tuvo muchas otras pero ¿por qué?,  porque él experimentó en toda su vida que realmente había sido salvado por Cristo Nuestro Señor; experimentó que había sido amado por Cristo Nuestro señor y entonces le correspondió procurando una unión profunda continua con Cristo y dedicando incluso largas horas de oración intima en las noches, en la historia de él se lee que muchas veces tardaba noches enteras orando que no dormía casi nada, porque oraba! y hoy muchas veces los católicos se asustan cuando les digo que tienen que madrugar para hacer oración!   Queridos hermanos es la primera gran enseñanza que nos da Felipe Neri y podríamos abundar en esto.

Pero ¿en qué tiempo histórico, en que época histórica vivió Felipe Neri?, vivió en el Siglo XVI, de 1515 a 1595 fueron las fechas de su vida, 80 años y ese Siglo XVI es fundamental, es importante en la historia de la iglesia. Precisamente en ese Siglo abundó y tomó muchísima fuerza la herejía protestante y junto con la herejía protestante de Martin Lutero las herejías de otros que también siguieron los mismos pasos heréticos de Lutero y fue entonces lo que se llamo la época de la reforma protestante, que trajo muchísimos problemas para la iglesia y precisamente en esa época y por ello ese fue uno de los motivos,  no el único por el cual la iglesia tuvo también un acontecimiento muy fuerte, muy importante que no podemos olvidar, ni lo podemos dejar de lado:  el Concilio de Trento y durante el mismo hubo una gran renovación de la Iglesia tanto de orden moral, como de orden doctrinal y de orden litúrgico y espiritual.

Hoy muchos rechazan el Concilio de Trento, sin embargo sigue teniendo importancia en la vida de la iglesia, y en medio de ese Concilio de Trento ahí estaba Felipe Neri, él no participo en el concilio era un sacerdote muy sencillo, ¡no le dieron importancia, pero si lo atacaron mucho! Sin embrago él siempre fue fiel. Y en medio de todo aquel ambiente tremendo de reforma de protestantes y de contra reforma católica para renovar la iglesia superando el protestantismo en medio de todo eso vivió Felipe Neri.

¿Por qué les digo esto, queridos hermanos?, ¿por qué toco ese punto?, porque hoy en este siglo XX y siglo XXI que estamos viviendo,  mis queridos hermanos ante el Señor, estamos viviendo circunstancias muy parecidas en la iglesia: en este momento no se inició una reforma como la del protestantismo, pero los protestantes han tenido una influencia muy fuerte y muy sutil actualmente en la vida de la iglesia, y voy a poner unos pocos ejemplos de muestra uno muy importante, importantísimo, capital:

La Liturgia, en el Concilio de Trento establecen ya lo que debe ser la Liturgia de toda la Iglesia, en el  Concilio Vaticano II, que tuvimos ya en nuestra época, el Concilio Vaticano II renueva también la Liturgia, pero en el post Concilio, después del Concilio Vaticano II, ¿qué sucede?  Se infiltran protestantes en la Iglesia, y logran que la Liturgia se cambie; el Vaticano II no indicó ningún cambio para la Liturgia, indicó renovación, indicó más participación de los fieles en la Liturgia, pero no indicó cambios, sin embargo en el post concilio, o sea después del Concilio Vaticano II, se infiltran protestantes en las comisiones post conciliares y logran que se hagan cambios en la Liturgia de la Iglesia.

En la Liturgia establecida por el Concilio de Trento, la Liturgia se establece como lo que tiene que ser:  el Sacrificio de Cristo, Acto de Dios, que a través de la Iglesia continúa el Sacrificio  Salvador de Cristo, y por eso Sacerdote y fieles en la Liturgia, en el Concilio de Trento se establece:  deben estar todos de cara a Dios;  viene el tiempo posterior al Concilio Vaticano II, y se da la influencia, la infiltración protestante y nos engañan a todos con la mentira de que en la Santa Misa hay que meter el idioma de cada País, y además que los Sacerdotes celebren para los fieles, no para Dios, son engaños, y ¿qué sucede en la Iglesia, queridos hermanos, que siempre es asistida y defendida por el Espíritu Santo?:   el Espíritu Santo suscita entre otros, al Papa Pablo VI, durante el Concilio Vaticano II, y el Papa Pablo VI decreta que se debe continuar celebrando la Santa Misa como siempre se ha celebrado y que se debe distribuir la Sagrada Comunión en la boca, pero vienen los protestantes infiltrados y adulteran un documento de Pablo VI, y nos hacen creer a todos que la Sagrada Comunión hay que distribuirla en la mano; sin embargo Pablo VI mantiene su indicación de que debe ser en la boca, pero nos engañan; viene después el Papa Juan Pablo II, San Juan Pablo II ahora, y él expresamente le dice a un grupo de Obispos de Italia, pidiéndole a ellos que lo transmitan a todos los Obispos del mundo, lo siguiente:  La Comunión en la mano está prohibida, y hoy día, por ejemplo aquí en Costa Rica, engañan diciendo que tenemos gran devoción a San Juan Pablo II, pero se ha desobedecido a San Juan Pablo II, nos engañan diciendo que hay que recibir la Sagrada Comunión en la mano, nos engañan diciendo que los Sacerdotes tiene que celebrar para los fieles, de cara a los fieles, cuando más bien el Sacerdote debe seguir uniéndose a los fieles para todos como Iglesia, no como una asamblea social, sino como Iglesia, todos, Sacerdote y fieles, ponerse frente a Dios y nos engañan diciendo, “¡no!, es muy feo que el Sacerdote le dé la espalda a los fieles”,  ¡en la realidad litúrgica el Sacerdote no le da la espalda a los fieles!, El Sacerdote va con los fieles hacia Dios. 

Queridos hermanos, después viene el Papa Emérito, Benedicto XVI, y da la Sagrada Comunión  a todos los que la reciben de él, de rodillas y en la boca, y en cierta ocasión dice:  Lo estoy haciendo para demostrar que hay que adorar a Cristo.  Cristo no es un hombre cualquiera, Cristo no es un líder social, Cristo no es un líder político, Cristo no es un guerrillero.  Cristo es el Hijo de Dios e Hijo del Hombre, y hay que adorarle y postrarse de rodillas ante El, para eso lo estoy dando de rodillas y en la boca.  ¿Le hemos hecho caso a Benedicto XVI?...  

Y si vemos ahora a Su Santidad el Papa Francisco, en las concelebraciones públicas que él preside, a quienes él les da la Sagrada Comunión, se la da de rodillas y en la boca.  ¿Qué nos pasa a los católicos que no sabemos obedecer al Papa?  ¿Qué nos pasa que no hemos imitado a San Felipe Neri, en su espíritu de contemplación de Dios?  Porque ¿qué fue lo que recibió Felipe Neri, cuándo él contemplaba a Dios, cuando él se unía a Dios, cuando él oraba, cuando él celebraba la Santa Misa?, ¿qué le sucedió a Felipe Neri?, estuvo totalmente abierto a la sabiduría de Dios, y esa sabiduría de Dios, Felipe Neri, no se la guardó  egoístamente para sí mismo, sino que se la transmitió a todos aquellos a quienes él pudo pastorear como Sacerdote en Roma.  Felipe Neri se dedicó a transmitir aquella sabiduría de  Dios, a transmitir aquel amor a Cristo, aquel amor a Dios nuestro Señor, a la gente pobre de Roma:  Reunía niños, reunía hombres de la calle, no solamente niños de la calle, reunía a la gente de la calle y los llevaba a la Iglesia, a visitar a Jesús en el Santísimo, y les predicaba y les enseñaba el catecismo, y los preparaba para una vida cristiana, Felipe Neri no se dedicó a una simple obra social, Felipe Neri se dedicó a la misión que Dios le encomendó.  

Queridos hermanos, así como Felipe Neri vivió en la época contra la reforma protestante, así tenemos que vivir nosotros ahora, en la época de la verdadera renovación de la Iglesia. No solamente los protestantes, los sociólogos de la liberación, los masones han logrado que muchos sectores de la Iglesia saquen a Jesús de la Iglesia; y lo que estamos viendo hoy día son las consecuencias, esa corrupción, la violencia, el egoísmo que vemos en el mundo, el materialismo que hoy día se ve, el relativismo moral que se ve hoy en el pueblo y en los gobernantes, se debe a que se ha sacado a Jesús de la Iglesia, se ha sacado a Jesús de los templos, los Sagrarios se han llevado a capillas laterales,  cuando el Sagrario debía permanecer, lo dice Benedicto XVI en un documento muy importante, los Sagrarios deben permanecer en el centro de la Iglesia.  Pero no solo lo hemos sacado de los templos, lo hemos sacado de la vida de la Iglesia, ¿a quién se predica hoy? ¿sobre quién se habla hoy?, sobre un hombre, sobre un líder social, sobre un guerrillero; así se presenta a Jesús hoy, por tanto un Jesús falso.  No se presenta al verdadero Jesús, Dios y Hombre, Salvador y Señor de la historia.

Queridos hermanos, si nosotros queremos ser católicos de verdad en el momento que nos toca vivir debemos imitar a San Felipe Neri, imitar a San Pablo, ese gran Apóstol que tampoco tuvo miedo de decirle la verdad a nadie,… Felipe Neri también tuvo que decírsela a más de uno, sin ofender a nadie, pero diciendo la verdad con respeto, con sinceridad, con alegría, con firmeza.  Y tenemos que imitar a Felipe Neri, queridos hermanos en ese espíritu de unión a Cristo.  Da lástima ver a muchos católicos que en sus conversaciones, en sus escritos, no reflejan a Jesús Dios y Hombre.  Hermanos tenemos que reflejar a Jesús, no podemos contentarnos con decir que amamos a Jesús, tenemos que llegar a ser Jesús, ¡tenemos que llegar a ser Jesús!   Recuerdo lo que me sucedió hace muchos años, en un retiro que estaba dando, con varios centenares de personas, dije: ¡Tenemos que ser Jesús!, y algunos se escandalizaron, y se fueron donde el Obispo de aquel tiempo a acusarme de que yo les estaba diciendo una herejía que teníamos que ser Jesús, y entonces el Obispo me llamó y me reclamó que  ¿por qué estaba diciendo eso?  Y entonces yo muy respetuosamente, pero muy claramente le demostré al Obispo: ¡que tenemos que ser Jesús!  Y el Obispo no tuvo más remedio que terminar la conversación diciéndome: ¡Tienes razón!, pero  ¡no seas tan fuerte con los fieles!...   

Queridos hermanos, ser fuerte con ustedes, decirles a ustedes la verdad, ¡transmitirles a ustedes el Amor de Cristo!, ¡transmitirles a ustedes la Verdad de Cristo!, ¡la Presencia de Cristo!  ¿Eso es fuerte?    Eso he procurado que sea toda mi vida, y en estos días lo he puesto mucho en oración.   Y he sentido que el Señor me confirma que lo que me quede de vida, sea un día, sea una semana, sea un mes, sea un año, sean cinco años, no importa, sean veinte, lo que sea, tendré que ser todavía más claro y más fuerte, si hablar de Jesús y comunicar la Presencia y el Amor de Cristo es fuerte, pues, lo voy a hacer más todavía.   Cristo debe ser el todo para nuestra mente, Cristo debe ser el todo para nuestros pensamientos, Cristo debe ser el todo para nuestros deseos,  Cristo debe ser el todo en nuestros anhelos, Cristo debe ser el todo para nuestros actos, Cristo debe ser el todo para nuestra vida privada, Cristo debe ser el todo para la vida familiar, Cristo debe ser el todo para la vida pública, Cristo debe ser el todo en las escuelas, en los colegios, en las universidades, Cristo debiera ser el todo en las oficinas del Gobierno, desgraciadamente no lo es… Cristo debe ser el todo en las Iglesias, en los templos, Cristo debe ser el todo en la vida privada y en la vida pública, nadie debe tener miedo de ser cristiano, nadie debe tener miedo de ser discípulo de Cristo, nadie debe tener miedo de decirle ¡no!,  a las tergiversaciones de la fe que nos están tratando de meter, incluso los enemigos de Cristo infiltrados en la vida de la Iglesia, porque los hay, debemos tener la valentía y el atrevimiento de decirle:  ¡No!, a  las costumbres inmorales del mundo, porque quien vive en Cristo, vive con dignidad, vive con moral.

Queridos hermanos, que Cristo  sea el todo.  Oren por mí para que lo que me queda de vida, repito, si antes lo fue, si hoy lo es, mañana, y dure lo que dure ese mañana, Cristo sea más el todo para mi vida y a través mío el todo para ustedes, y con ustedes, no yo solo, Cristo sea el todo para la Iglesia y con la Iglesia, Cristo sea el todo para la humanidad entera.  Así sea.

Pbro. José Pablo de Jesús Tamayo Rodríguez, o.c.e.