CAPSULAS

                CAPSULA # 3 
               San Cayetano

SAN CAYETANO


Al celebrar la fiesta de San Cayetano hay un aspecto importante e interesante  en su vida personal, sacerdotal y pastoral; aspecto al cual tenemos que referirnos especialmente en este momento que vive la iglesia, ya que se está olvidando la importancia capital del Santísimo Sacramento de la Eucaristía: Resulta que san Cayetano se preocupó fuertemente por fomentar entre los fieles la asistencia frecuente a la Santa Misa y la comunión frecuente de los fieles que hoy día es absolutamente necesario que vuelvan a vivir un verdadero espíritu eucarístico para que se fortalezcan y puedan hacerle frente con la fuerza y el poder de Jesús Sacramentado a todas las persecuciones e incomprensiones que se experimentan en un mundo pagano que debiera más bien ser un mundo en el cual se experimenta sincera, humilde y valientemente el Reino de Cristo.




CAPSULA # 2 
El Acto Litúrgico más sublime e importante

¡La Santa Misa!.  Por supuesto que debo aclarar que al hablar de lo más maravilloso que existe en la tierra, cada vez que me refiera a la misma en la forma del Novus Ordo, diré:  "Misa", mientras que al referirme a su forma Tradicional diré: "Santa Misa".  Lo primero que debemos recordar y reafirmar sobre la Santa Misa es que ella no es ni una fiesta celebrativa ni un recuerdo así como también debemos insistir en el hecho de que no es un acto puramente humano, ni social ni comunitario, sino que como ya lo dijimos en la Cápsula No. 1, es el Acto Sagrado de Cristo Nuestro Señor que en ella perpetua su Santo Sacrificio del Calvario, Sacrificio Propiciatorio.  ¿Por qué "Propiciatorio"?  Este término es un concepto teológico proveniente del término griego "hilasterion" que significa "lo que expía o propicia" así como también "lugar o medio de reconciliación", y en hebreo vendría del término "kafar" que significa "cubrir, aplacar, cancelar", y de ahí que en teología verdadera se aplica directamente al Sacrificio de Cristo, que es realizado por ÉL precisamente con el objetivo de cancelar nuestros pecados para reconciliarnos con Dios Padre, o sea para "Salvarnos".  Por tanto, la Santa Misa es perpetuamente el "Sacrificio Propiciatorio" de Cristo Nuestro Señor, o sea para salvarnos, lo cual equivale a llevarnos a  Dios Padre de la única manera que se puede llegar a ÉL, o sea en santidad, y mejor aún si aceptamos que Jesús nos transforme cada día más en una "Hostia Oblativa agradable en ÉL y por ÉL para la Gloria de Dios Padre" capaces de llegar a satisfacer por nuestros propios pecados y por los pecados de toda la Iglesia.  Así pues podemos insistir en la realidad importantísima de que la Santa Misa es el Sacrificio Oblativo de Nuestro Señor, Quien de esa manera es el Sumo, Único y Eterno Sacerdote que se ofrece a sí mismo como la Víctima Perfecta y Propiciatoria, y lo hace a través del Sacerdote que habiendo sido elegido por ÉL, ha de ser constante y humildemente consciente de esta realidad:  no es el hombre quien ofrece, sino Cristo Sacerdote quien se ofrece por el sacerdocio de la Iglesia en cada Sacerdote válidamente ordenado, de una manera actual, ininterrumpida, perpetua, misteriosa y real.  Este Sacrificio de Nuestro Señor ciertamente fue cruento, con derramamiento de su Divina Sangre, el Viernes Santo en el Calvario, ahora es incruento en nuestros Altares, sin derramamiento, aunque Jesús sigue entregándose todo ÉL a la Justicia  Misericordiosa del Padre y a quienes de verdad participan en la Santa Misa.  

Por ello los fieles no han de ser espectadores pasivos de este Sacrificio, sino que han de vivir continuamente en Gracia de Dios para real y plenamente, de manera muy directa a través del Sacerdote "hostias que en Cristo se ofrecen en sacrificio agradable al Padre. 

El Señor les bendiga y hostifique. 

Pbro. José Pablo de Jesús Tamayo Rodríguez, o.c.e


CAPSULA   1




CÁPSULAS LITÚRGICO-EUCARÍSTICAS   
¿Qué es la Liturgia Católica? 
Me permito responder de una manera breve y a ser posible clara y sencilla de comprender:   La Liturgia Católica es la constante y perpetua "Acción Sagrada de Cristo" que a través del Sacerdocio que ÉL mismo le ha otorgado a su Iglesia tributa el debido Culto de Adoración, Glorificación, Acción de Gracias a Dios Padre, al mismo tiempo que impetra el perdón de nuestros pecados y las gracias que necesitamos para vivir conforme a sus Santos Mandamientos y así merezcamos su Reino Eterno.  Esta Sagrada Liturgia fue dada por el Señor mismo a su Santa Iglesia desde el tiempo de los Apóstoles, aunque luego por encargo de ÉL mismo fue progresivamente codificada, universalizada y establecida a perpetuidad, acto que con plena y definitiva autoridad realizó San Pío V con su Bula "Quo Primum Tempore", en el año de 1570, recientemente recordada y confirmada por S.S. Benedicto XVI en su Motu Proprio "Summorum Pontificum" del 7 de Julio de 2007. Dicha Liturgia Católica está esencialmente conformada por los Siete Sacramentos: Bautismo, Confirmación, Confesión, Eucaristía, Orden Sacerdotal, Matrimonio y Extremaunción, así como por el Oficio Divino (el Breviario). 

La misma puede ser celebrada únicamente por los Sacerdotes, mientras que los demás Fieles, o sea los Consagrados (Monges, Monjas, Religiosos, Religiosas, Miembros de Institutos Seculares, Miembros de Sociedades de Vida Apostólica) y Seglares, pueden participar muy fructuosamente de todo este inestimable tesoro que Dios le concede a su Santa Iglesia, uniéndose a los Sacerdotes, sea asistiendo personalmente al Templo durante dichas celebraciones, o sea uniéndose espiritualmente a los mismos sacerdotes responsables de sus respectivas comunidades sea desde sus hogares o sus lugares de estudio y/o trabajo.  Por supuesto que adquiere mayor eficacia si se celebran en profunda unión con la Santísima Virgen María y los Santos Patronos de cada uno. Y esa unión tiene su cumbre en la participación en la Santa Misa, y los Seglares también pueden prolongarlo con el rezo de algunas partes del Breviario. 


Bendiciones.  
Pbro. José Pablo de Jesús Tamayo, o.c.e.