Dios es Creador nosotros creaturas



VIERNES DEL SAGRADO CORAZÓN
26 de Junio de 2015

Séptimo Día en la Novena de los Santos Apóstoles
San Pedro y San Pablo
Por la renovación de la Santa Iglesia

Seguimos adorando al Señor pidiendo la Gracia de que la Iglesia se renueve como Cuerpo Místico de Cristo.

Considero que tenemos que analizar e insistir primero ante nosotros mismos y luego ante los demás sobre algo grave e importante que está sucediendo:  hay personas que son muy fieles que con sinceridad han tratado de entregarse de lleno, algunas de las cuales incluso practican en parte nuestra espiritualidad eucarística, y sin embargo viven envueltas por la corriente que yo respetuosamente llamaría equivocadamente “humanistoide”  ya que le está dando  más importancia al ser humano defendiendo la familia y la vida sólo desde un punto de vista puramente humano y social.  Ciertamente hay que defender la vida, hay que defender y promover la familia, pero debemos tener presente que sólo Dios da la vida, sólo Dios lleva a la vida eterna, debemos tener en cuenta que Dios es quien instituyó la familia, ésta no es un simple acuerdo y contrato humano, es de institución divina y por tanto debe orientarse según la Ley de Dios y en primer lugar para la Gloria de Dios.

Por todo lo anterior,  Cristo,  que es el único “Camino, Verdad y Vida”,  (cf. San Juan 14:6) debe ocupar el centro de toda vida humana,  Cristo debe ocupar el centro de toda familia, Cristo debe ocupar el centro de todo el universo, pero hoy día no se habla de Cristo, o bien se manipula a Cristo, se presenta una imagen equívoca, falsa de Cristo, se blasfema contra Cristo, se rechaza a Cristo, o se niega la necesidad de Cristo en toda vida humana, haciendo creer que cualquiera puede llegar a Dios de cualquier manera, practicando cualquier creencia falsamente religiosa.  En todo caso se le pretende tener y presentar como un mago al cual se acude cuando se está en problemas.

Cristo es el Señor, Salvador y Juez, Señor de la Vida, Señor de la Familia,  Cristo ha de ser su centro.  Pero insisto:  por centrarse en el ser humano se olvida a Cristo, o con deficiente formación religiosa se prefiere hablar sólo de Dios, con un lenguaje muy confuso,  pero no hay experiencia de Cristo, se está lejos de promover su reinado.  Por eso necesitamos nosotros, necesita toda la Iglesia volver la mirada a Cristo que continuamente se sacrifica en el Altar y permanece en la Eucaristía.  El Señor les lleve a todos a “Ser Eucaristía”.


Pbro. José Pablo de Jesús, o.c.e.