Viviendo Jesucristo Nuestro Señor perpetuamente su Victimación Sustitutiva en la Santa Misa, Santo Sacrificio Propiciatorio y en unión y a imitación de Nuestra Señora del Fiat, así como del Apóstol San Pablo que nos impulsa a completar en nuestra carne lo que falta a la Pasión de Cristo, vivimos y promovemos el Santo Sacrificio Propiciatorio del mismo Calvario en el Altar Sacrificial.
El fundamento de la Iglesia es la Tradición Apostólica
Domingo IV de Cuaresma
La Iglesia nace el día de Pentecostés |
15 de Marzo de 2015
Gálatas 4:22-31;
Salmo 121: 1,7;
Salmo 124: 1-2; San
Juan 6: 1-15
Muy Queridos hermanos en Cristo
Nuestro Señor:
Una
vez más podemos comprobar que la Palabra de Dios no es una Palabra muerta, sino
que es una Palabra que se hace Vida en la vida de la Iglesia fiel, en la vida
de la única Iglesia fiel.
Acabamos
de escuchar lo que San Pablo dice en su carta a los Gálatas, sobre los dos
hijos de Abraham, el hijo de la esclava y el hijo de la libre, y lo que da a
entender San Pablo sobre estos dos hijos, sobre lo que representan, sobre lo
que significan estos dos hijos de Abraham.
Es precisamente lo que está sucediendo hoy día.
Queridos
hermanos con gran preocupación hemos ido comprobando que grandes sectores de la
Iglesia en este momento son esclavos, grandes sectores de la Iglesia son
esclavos de los errores doctrinales, grandes sectores de la Iglesia son
esclavos de los errores morales, grandes sectores de la Iglesia incluso son
esclavos de los errores litúrgicos que se vienen cometiendo ya desde hace años
en muchos sectores de la Iglesia y lastimosamente en todas partes, no solamente
aquí, en todas partes, errores doctrinales, morales, litúrgicos, por tanto
errores que llevan al ser humano a vivir totalmente de espaldas a Dios, de
espaldas al Señor y ojalá sólo de espaldas a Él, muchos muy directamente en
contra de Dios, y muchos entonces queridos hermanos, están viviendo como
cadáveres ambulantes, ya no viven, vegetan, no tienen vida en sí mismos, porque
al no vivir la doctrina correcta, al no vivir la moral correcta, al no celebrar
la Liturgia correcta no le dan a Dios lo que Dios merece y están cerrados a
recibir de Dios lo que Dios quiere darles.
¿Por
qué vemos hoy tanta ignorancia en el pueblo?, porque no están abiertos a Dios, ¿por
qué vemos tanta inmoralidad, tanta corrupción, tanta violencia?, porque están
contra Dios, ¿por qué vemos tantos
débiles espirituales, tantos fieles que
están viviendo constantemente en una situación de pecado?, porque no viven
realmente la liturgia que debe vivirse, y por supuesto se da otra situación que
también la insinúa el Apóstol a los Gálatas, todos estos que viven así muchos
de ellos persiguen a los que sí queremos vivir como hijos de la libre,
persiguen a aquellos que queremos y hacemos el esfuerzo por vivir en la Verdad,
por vivir en la auténtica doctrina, en la auténtica moral, por celebrar la
verdadera y única Liturgia.
Queridos
hermanos, muchos por eso se contentan con hacer oraciones en sus casas porque
ya no encuentran vida en lo que la Iglesia está dando en muchos sectores,
prefieren quedarse en sus casas y eso también es un error.
Queridos
hermanos, ¿de qué nos habla hoy el Señor
en el Evangelio?, nos habla
precisamente de la Liturgia, ¿por qué?
Porque se refiere a una de las multiplicaciones de los panes. Jesús no le ofrece una fiesta a esa multitud,
sino que únicamente le ofrece el alimento que necesitan para poder
sobrevivir y para poder fortalecerse y
hacerle frente a la vida, no es un banquete, es un alimento sacrificial, o sea
un signo profético de lo que Jesús va a hacer luego durante su Pasión, instituirá
el Sacramento de la perpetuidad de su Sacrificio: La Eucaristía, y quien no asista a la
Eucaristía verdadera por más oración que haga, quien no asista a la Liturgia
verdadera por más sacrificios que se imponga, por más esfuerzo que haga en la
vida, si no asiste a la verdadera Misa, se debilita, y por eso tenemos tantos
católicos que hoy día viven en pecado, y son víctimas de los engaños del mundo,
que son víctimas de los errores doctrinales, que son víctimas de los errores
morales y que se dejan engañar con las supuestas liturgias que no tienen nada
de sacrificio, que no tienen nada de sagrado porque se celebran como si fuera
una fiesta humana.
Queridos
hermanos, es absolutamente necesario vivir la Liturgia como tiene que ser, como
fue prescrita por Dios mismo, esta Liturgia que estamos nosotros celebrando no
viene del Concilio de Trento, esta Liturgia viene de Dios mismo, viene por
tanto, desde los primeros tiempos de la Iglesia, viene desde los Apóstoles, es
la verdadera Liturgia que estamos celebrando, no es la Liturgia ni de Trento,
ni de Nicea, ni de Constantinopla, ni de Éfeso, ni del Vaticano I ni del
Vaticano II, es la Liturgia que viene desde los Apóstoles, y es la única
verdadera, y en esta Liturgia verdadera al participar en ella, como Sacrificio,
y al unirnos con toda nuestra vida, con nuestras alegrías, con nuestras
tristezas, con nuestros triunfos, con nuestros fracasos, con nuestra salud, con
nuestra enfermedad, ¡al Sacrificio de Cristo!, al convertir toda nuestra vida
en un sacrificio en Cristo Jesús, ahí sí le estamos dando Gloria a Dios, ahí sí
estamos abiertos como la Santísima Virgen María a ser transformados por el
Señor.
Queridos
hermanos, en la Santa Misa verdaderamente celebrada el Señor no se contenta con
darnos algo de fortaleza, el Señor no se contenta con darnos algo de sabiduría,
el Señor nos toma y nos transforma en El mismo, nos hace ser aquello que El
expresa como uno de los anhelos de su Corazón al Padre Celestial en su Oración
Sacerdotal: “¡Padre que todos los que Tú me has dado sean uno en nosotros como
Tú y Yo somos uno!” (cf. San Juan 17:
21-22), Jesús no se contenta con que vayamos con El ni siquiera se contenta con
que vayamos detrás de El en el camino del Calvario, sino que Jesús se contenta
cuando vamos en El, siendo uno en El por el camino del Calvario, y eso
solamente lo logramos cuando con humildad nos postramos ante El para adorarle y
para hacernos uno en El en su Sacrificio,
y luego toda nuestra vida concreta de cada día, de cada hora, de
cada minuto, la vivimos así, unidos a su Sacrificio, como fruto de haber
participado del Altar del Sacrificio.
Y
ahí entonces, siendo uno en El, entonces sí tendremos la sabiduría que Él
quiere darnos a cada uno, tendremos la prudencia que Él quiere darle a cada
uno, tendremos la fortaleza que Él quiere darle a cada uno para que vivamos en
santidad, y viviendo en santidad, seamos también sus testigos ante el mundo,
testigos dispuestos a todo, dispuestos a olvidarnos de nosotros mismos, para
vivir en Cristo y por Cristo, testigos incluso dispuestos a perderlo todo antes
que perder a Jesús, testigos dispuestos incluso a vivir el martirio si fuera
necesario confesando a Cristo, y no crean queridos hermanos que dar la vida por cuestiones políticas o
por cuestiones sociales eso sea martirio, eso no es martirio, dar la vida por
cuestiones sociales, por justicia social, eso no es martirio, martirio sólo es dar la vida por Cristo, o servir a Cristo con la propia vida, hasta dar la vida, gastarse y desgastarse por
llevar a otros también a conocer a Jesús y a vivir en Cristo, porque no es
suficiente vivir en Cristo; además es necesario también gastarse y desgastarse
para lograr implantar el Reino de Cristo en el corazón de la humanidad; por eso fue que Jesús alimentó a esa multitud
para fortalecerles, porque tenían que
seguir el camino de la vida y la vida no es fiesta, la vida es cruz, no nos
engañemos, no permitamos que esas doctrinas equivocadas del mundo nos engañe,
muy fácil decirle al mundo: “¡no!, ya todo está solucionado”, muy fácil engañar
al pueblo costarricense que está con los ojos cerrados y con los oídos tapados,
que no se dan cuenta de la verdad, muy fácil decirle: Todo es fiesta, todo está ya solucionado,
vayan a los salones de baile, vayan a los prostíbulos, vayan a las discotecas, vayan a los estadios
cuando lleguen los cantantes satánicos, vayan, muy fácil decirles eso, muy
fácil decirles vayan a las cantinas malditas, muy fácil decirle al católico,
usted puede fumar, puede envenenar su mente con el tabaco maldito, no importa
que no haga oración.
Queridos hermanos muy fácil presentar las cosas color
de rosa, pero presentar ante el mundo al Crucificado, presentar ante el mundo
al Cristo Victimado en el Sacrificio del Altar, Victimado que se encierra en el
Sagrario, eso no es fácil, y por eso se oculta; queridos hermanos, Cristo instituyó la Eucaristía para perpetuar
su Sacrificio y hacernos a nosotros uno en su Sacrificio. Por eso queridos hermanos, la Santa Misa hay
que vivirla así y así hay que proyectarla a la vida, solamente así llegaremos
al Reino Eterno, no nos dejemos engañar, no seamos hijos de la esclava, seamos
hijos de la libre, no seamos hijos de la engañada, seamos hijos de la libre, ¿y
a quién me refiero al decir la “engañada”?, me refiero a todos esos sectores de nuestra
única y verdadera Iglesia que viven engañados por el mundo, seamos hijos de la
libre, y la libre es la verdadera Iglesia Católica, que no vive la fiesta del
mundo, sino que vive la Cruz de Cristo.
Y
bendito sea el Señor que se nos viene dando esta claridad en la verdad, se nos
viene dando en este tiempo de Cuaresma, previo a celebrar la Semana Santa. Hay un folleto que se titula “Semana Santa, es “semana de playa o es semana
de luto”, yo le cambiaría un poquito el título, y le pondría la “Semana Santa,
semana de vacaciones o semana de cruz”.
No nos dejemos engañar, no participemos durante esta próxima Semana
Santa en absolutamente nada que sea de mundo, vivamos la Semana Santa en y
desde la Liturgia correctamente celebrada para implantar el Reino de Cristo en
el Corazón de la humanidad, habiéndolo implantado primero en nosotros
mismos.
¡Que
nos invitan a ir a la playa, porque ahí cerquita de la playa hay una iglesita,
y en la iglesita vamos a poder participar de la liturgia de Semana Santa!,
hermanos, eso es pura hipocresía, ¡que nos invitan a ir a la montaña porque
cerquita de la montaña hay un pueblito donde hay una iglesita y en esa iglesita
van a celebrar los oficios de Semana Santa y podemos entonces ahí descansar en
la montaña!, qué bonito descansar en la montaña, mientras Cristo está viviendo
su Pasión. No seamos hipócritas, permanezcamos en nuestros lugares de vivienda
y busquemos donde se celebre la Semana Santa como tiene que ser para que
realmente podamos entonces dejarnos transformar en Cristo Jesús y seamos sus
testigos en el resto de nuestras vidas, sea que después de Semana Santa vivamos
solo un día, o sea una semana, o un mes, un año, 5 años, 20 años o que vivamos 50 años
más, no importa, sea cuanto sea lo que dure nuestra vida después de Semana
Santa, que sea una vida de auténticos discípulos de Cristo, porque vivimos en
el Corazón Victimado, en el Corazón traspasado de Cristo y desde El irradiamos
la Verdad de Cristo para el mundo. Así
sea.
Pbro. José Pablo de Jesús, o.c.e.
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